¿Os imagináis que os duele el oído y descubren que es que os ha crecido un diente de leon? Pues
semejante hallazgo se ha hecho en el oído de una bebé pekinesa de 16 meses, cuyos padres la llevaron al médico para ver qué era eso que hacía llorar a la niña cada vez que se tocaba la oreja.
Médicos de un hospital de la capital china se quedaron estupefactos cuando finalmente descubrieron que se trataba de una flor de diente de león, que había crecido dos centímetros.
El diente de león estaba tan formado, que ya casi ocupaba por entero el canal auditivo de la niña, de nombre Ranran.
En total tardaron 10 minutos en extraérselo y, afortunadamente, no ocurrió nada grave, ya que el riesgo estaba en que la más mínima presión podía provocar una hemorragia interna